miércoles, 29 de diciembre de 2010

¿QUE HACE A UN HOMBRE “HOMBRE”?

El hombre es un cumulo de partes que empiezan a unirse desde la concepción, es así
como va formando su psiquismo, es a lo largo de su vida que va adaptando su alma,
mente, sus emociones, su subjetividad, su psicología a un estilo de vida. Cuando nace el
hombre, el varón, con pene suponemos o damos por hecho que es un macho, un varón,
un hombre, pero a pesar de que el hombre tenga un pene puede vivir un tipo de psiquismo
de mujer; lo mismo pasa con las mujeres al nacer, su vagina no es garantía de que sean
mujeres, hembras, pues éstas muy a pesar de tener su vagina pueden desarrollar un
psiquismo de hombre. Es asi que caemos en la cuenta de que tener o no tener pene o
vagina no indica siempre la preferencia sexual. Un psiquismo sexual se va formando
desde lo que es el genero, rol y orientación, hasta lo castrante que puede ser la figura
paterna o materna, y la función que éstas tengan sobre el hijo, pasando por los objetos y
metas sexuales del individuo. Todo ello en el entendido de que el genero es en cuanto al
físico; si tienes pene o vagina eres masculino o femenino respectivamente; cuando
hablamos del rol nos referimos al papel que llevamos a cabo, al personaje que tomamos
como nuestro en sí; cuando hablamos de la orientación, estamos haciendo alusión a la
elección que cada uno decide tomar como estilo de vida, son estos tres factores sexuales
los que tienen el gran peso en nuestro psiquismo sexual, siendo algunos de ellos muy
influidos por la convivencia con la figura paterna o materna que tengamos y la función que
éstas tengan sobre nosotros; esto es, cuando la figura paterna, la figura masculina esta
presente pero ausente en cuanto a función, el hijo puede lograr una identificación con la
madre, con la figura materna, con la figura femenina, lo cual influye en su rol y elección
sexual; ahora bien, al hablar de figura nos referimos a la representación, algo objetivo, al
decir figura paterna nos referimos a la representación en sí de un varón, mas no es
sinónimo de función, pues la función es el papel del personaje, es subjetivo, es del sujeto,
la función masculina o paterna la puede llevar a cabo un tio, un amigo de la familia,
etcétera; asi pues si tenemos la ausencia de la figura masculina, pero de alguna manera
alguien lleva a cabo la función masculina o paterna, “no pasa nada”, la función esta
presente. La fuerza que puede ejercer la figura y función paterna o materna es muy
considerable en el psiquismo sexual del hombree y de la mujer, y la identificación que
tengan con cada uno de ellos. Esto es, al referirnos que desde el embarazo empieza a
armarse el psiquismo sexual es porque en este periodo surge un primer tiempo , en el cual
la madre estando embarazada y teniendo al hijo dentro de ella, en su vientre, éste tiene el
falo y es desde ahí que puede armarse una psicosis, en el segundo tiempo, cuando nace
el hijo hoy una ley simbolica, hay una separación simbolica entre la madre y el hijo; es en
éste periodo, entre el tiempo dos y tres que aparece la fobia como mecanismo de
suplicion del padre real, para evitar que el niño se vuelva psicótico; ya en el tercer tiempo,
entre la madre y el hijo aparece una ley real, el padre real que viene a cortar esa unión
entre madre e hijo, viene a hacer una separación real, es asi como el niño después de
pasar por estos tres tiempos, es expulsado del compejo de Edipo, lo sepulta, pero sigue
existiendo,; es asi como el Edipo crea el super yo atreves del yo; en grado caso de que no
haya super yo hay psicosis, porque en el tercer tiempo, en lugar de crear un super yo,
crea una alucinación, crea una ilusión. Porque de alguna manera existe una relación
ilusoria de completad entre la madre y el hijo, después viene el padre real a implementar
el super yo y rompe esa relación, es cuando llega la castración, la carencia, el deseo;
entonces el niño cuando se identifica con el padre se adjudica los atributos paternos y es
como logra una identificación con la figura paterna. Depende de esto pues la elección del
rol sexual; depende de la identificación del rol sexual; depende de la identificación y
adjudicación materna o paterna.

J.I. Guzman

“Ensayo sobre la represión (1915), pulsiones y destinos de pulsión (1915) y Más allá del principio de placer (1920)”


¿De qué manera se relacionan las pulsiones y destinos de pulsión, con la represión y Más allá del principio de placer?

Para comprender la relación que existe entre ambos temas o bien la forma de relacionarlos, es la pulsión, para Freud la terminología no siempre es precisa, para lo cual define a la pulsión desde una perspectiva fisiológica en la cual determina que el concepto del estímulo y el esquema del reflejo, de acuerdo con el cual un estímulo aportado al tejido vivo (a la sustancia nerviosa) desde afuera es descargado hacia afuera mediante una acción. Esta acción es «acorde al fin», por el hecho de que sustrae a la sustancia estimulada de la influencia del estímulo, la aleja del radio en que este opera. Pero bien la relación que existe entre el estimulo y la pulsión, bien como ya mencione el estimulo es algo fisiológico y para Freud la pulsión sería un estímulo para lo psíquico.
El estímulo pulsional no proviene del mundo exterior, sino del interior del propio organismo. Por eso se dice que también opera diversamente sobre el alma y que se requieren diferentes acciones para eliminarlo. Además: Todo lo esencial respecto del estímulo está dicho si suponemos que opera de un solo golpe; por tanto, se lo puede despachar mediante una única acción adecuada, cuyo tipo ha de discernirse en la huida motriz ante la fuente de estímulo. Desde luego que tales golpes pueden también repetirse y sumarse, pero esto en nada modifica la concepción del hecho ni las condiciones que presiden la supresión del estímulo. La pulsión en cambio, no actúa como una fuerza de choque momentánea, sino siempre como una fuerza constante. Puesto que no ataca desde afuera, sino desde el interior del cuerpo, una huida de nada puede valer contra ella. Por lo tanto deciden llamar «necesidad» al estímulo pulsional; lo que cancela esta necesidad es la «satisfacción». Esta sólo puede alcanzarse mediante una modificación, apropiada a la meta (adecuada), de la fuente interior de estímulo. Desde el aspecto biológico, pasamos a la consideración de la vida anímica, la «pulsión» nos aparece como un concepto fronterizo entre lo anímico y lo somático, como un representante psíquico de los estímulos que provienen del interior del cuerpo y alcanzan el alma, como una medida de la exigencia de trabajo que es impuesta a lo anímico a consecuencia de su trabazón con lo corporal.
Para entender mejor la terminología freudiana, se emplearon palabras tales como: esfuerzo, meta, objeto, fuente de la pulsión.
Por esfuerzo de una pulsión se entiende su factor motor, la suma de fuerza o la medida de la exigencia de trabajo que ella representa. La meta de una pulsión es en todos los casos la satisfacción que sólo puede alcanzarse cancelando el estado de estimulación en la fuente de la pulsión. Pero si bien es cierto que esta meta última permanece invariable para toda pulsión, los caminos que llevan a ella pueden ser diversos, de suerte que para una pulsión se presenten múltiples metas más próximas o intermediarias, que se combinan entre sí o se permutan unas por otras. La experiencia nos permite también hablar de pulsiones «de meta inhibida» en el caso de procesos a los que se permite avanzar un trecho en el sentido de la satisfacción pulsional, pero después experimentan una inhibición o una desviación. El objeto de la pulsión es aquello en o por lo cual puede alcanzar su meta. Es lo más variable en la pulsión; no está enlazado originariamente con ella, sino que se le coordina sólo a consecuencia de su aptitud para posibilitar la satisfacción. No necesariamente es un objeto ajeno; también puede ser una parte del cuerpo propio. En el curso de los destinos vitales de la pulsión puede sufrir un número cualquiera de cambios de vía; a este desplazamiento de la pulsión le corresponden los más significativos papeles. Puede ocurrir que el mismo objeto sirva simultáneamente a la satisfacción de varias pulsiones.
Por fuente de la pulsión se entiende aquel proceso somático, interior a un órgano o a una parte del cuerpo, cuyo estímulo es representado en la vida anímica por la pulsión.
Si bien en tema “Más allá del principio de placer” se hace mención a lo que es la precedencia de una teoría filosófica o psicológica que pudiera indicarnos los significados de las sensaciones de placer y displacer, para lo cual se retoma el tema de la pulsión, pues según Freud, nos hemos resuelto a referir placer y displacer a la cantidad de excitación presente en la vida anímica y no ligada de ningún modo, de esta manera el displacer corresponde a un incremento de esa cantidad, y el placer a una reducción de ella. Por tanto un factor decisivo respecto de la sensación es, probablemente, la medida del incremento o reducción en un período de tiempo. Bajo el influjo de las pulsiones de autoconservación del yo, es relevado por el principio de realidad, que, sin resignar el propósito de una ganancia final de placer, exige y consigue posponer la satisfacción, renunciar a diversas posibilidades de lograrla y tolerar provisionalmente el displacer en el largo rodeo hacia el placer. Ahora bien, el principio de placer sigue siendo todavía por largo tiempo el modo de trabajo de las pulsiones sexuales, difíciles de «educar»; y sucede una y otra vez que, sea desde estas últimas, sea en el interior del mismo yo, prevalece sobre el principio de realidad en detrimento del organismo en su conjunto. Se dice que casi toda la energía que llena al aparato psíquico proviene de las mociones pulsionales congénitas, pero no se las admite a todas en una misma fase del desarrollo. En el curso de este, acontece repetidamente que ciertas pulsiones o partes de pulsiones se muestran, por sus metas o sus requerimientos, inconciliables con las restantes que pueden conjugarse en la unidad abarcadora del yo. Para la cual hace su entrada la represión puesto que dice que dichas pulsiones son segregadas entonces de esa unidad por el proceso de la represión; se las retiene en estadios inferiores del desarrollo psíquico y se les corta, en un comienzo, la posibilidad de alcanzar la satisfacción. Y si luego consiguen (como tan fácilmente sucede en el caso de las pulsiones sexuales reprimidas) procurarse por ciertos rodeos una satisfacción directa o sustitutiva, este éxito, que normalmente habría sido una posibilidad de placer, es sentido por el yo como displacer. Los detalles del proceso por el cual la represión trasforma una posibilidad de placer en una fuente de displacer no son todavía bien inteligibles o no pueden exponerse con claridad, pero seguramente todo displacer neurótico es de esa índole, un placer que no puede ser sentido como tal o bien puede ser el destino de una moción pulsional chocar con resistencias que quieran hacerla inoperante. Si se tratase del efecto de un estímulo exterior, es evidente que la huida sería el medio apropiado. En el caso de la pulsión, de nada vale la huida, pues el yo no puede escapar de sí mismo. Más tarde, en algún momento, se encontrará en la desestimación por el juicio (juicio adverso) un buen recurso contra la moción pulsional. Una etapa previa al juicio adverso, una cosa intermedia entre la huida y el juicio adverso, es la represión, cuyo concepto no podía establecerse en el período anterior a los estudios psicoanalíticos. Puede ocurrir que un estímulo exterior sea interiorizado, por ejemplo si ataca o destruye a un órgano; entonces se engendra una nueva fuente de excitación continuada y de incremento de tensión. Tal estímulo cobra, así, notable semejanza con una pulsión. Según sabemos, sentimos este caso como dolor. Ahora bien, la meta de esta seudo-pulsión es sólo el cese de la alteración de órgano y del displacer que conlleva. Otro placer, un placer directo, no puede ganarse con la cesación del dolor. El dolor es también imperativo; puede ser vencido exclusivamente por la acción de una droga o la influencia de una distracción psíquica. Se dice que “La represión”, no es un mecanismo de defensa presente desde el origen; no puede engendrarse antes que se haya establecido una separación nítida entre actividad conciente y actividad inconciente del alma, y su esencia consiste en rechazar algo de la conciencia y mantenerlo alejado de ella. De esta manera se podría determinar que la represión no se desarrolla si no hasta que el sujeto percibe algún hecho o alguno de sus placeres como insanos o impuros para el alma, lo cual lo hace alejarse de ellos.

E. García

lunes, 27 de diciembre de 2010

Ensayo de “Tres ensayos de teoría sexual (1905)” “Sobre las teorías sexuales infantiles (1908)”, “Pulsiones y destinos de pulsión” (1915), “Ensayo sobre la represión” (1915), “pulsiones y destinos de pulsión” (1915), “Más allá del principio de placer” (1920), “Novela familiar del neurótico”, “El yo y el ello”, “El sepultamiento del complejo de Edipo” y “Algunas consecuencias psíquicas de la diferenciación anatómica de los sexos”.

¿De qué manera se relacionan los ensayos anteriormente mencionados con el complejo de Edipo y De qué manera se relacionan las pulsiones y destinos de pulsión, con la represión y Más allá del principio de placer?

En primer plano en la teoría sexual definimos una aberración sexual como aquella situación que se desvía de la norma, en la cual el sujeto no tiene una conciencia de su aberración; una aberración sexual consiste en desviar un objeto sexual de su meta sexual, entendiendo que todo objeto sexual es la persona de la que parte a la atracción sexual y que la meta sexual se entiende como  la acción hacia la cual esfuerza la pulsión. Para lo cual cuando existe una desviación con respecto al objeto sexual puede ser que siendo hombre te gusten las mujeres, pero a consecuencia de que existe una desviación de la meta sexual del sujeto éste desarrolla un gusto por personas del mismo sexo, para cual el llevar a cabo este hasta dicho acto es considerado como una inversión. La inversión  o conducta invertida se puede manifestar de tres diferentes maneras pueden ser: absolutos.- los cuales su objeto sexual tiene que ser un mismo sexo, y el sexo opuesto nunca llega a ser una añoranza sexual, para lo cual les genera repugnancia o su comportamiento es frío hacia el otro, el segundo caso, son los invertidos ocasionales también conocidos como invertidos anfígenos o bien hermafroditas psicosexuales y su objeto sexual puede pertenecer tanto a su mismo sexo como al otro, lo cual nos dice que no tienen carácter de la exclusividad; y el tercer invertido es de tipo ocasional  ya que solo es bajo ciertas circunstancias o condiciones del exterior en las cuales el objeto sexual llega a ser cualquier cosa. Las personas invertidas tienen una conducta diversa en su juicio acerca de la particularidad de lo que es su pulsión sexual, por lo general esta inversión se vio notoria sólo en determinada época del sujeto, antes o después de la pubertad. También sabemos que puede durar toda la vida o desaparecer en alguna etapa de la vida del sujeto.
Si hablamos de lo que es las teorías sexuales infantiles nos referimos a que en el complejo de Edipo donde el hijo genera una ansiedad de castración o bien mutilación, donde la madre es una mamá fálica completamente proveedora, y donde el papel del padre es de un macho, para lo cual, cuando el niño sufre esta ansiedad de castración se dice que es con el fin de sacar al niño del Edipo, y es la misma ansiedad que somete a la niña al Edipo, en el cual se dice que sacrifican el lugar privilegiado con la madre para salvar su pene real.
Al no ser relacionados con otras imágenes, induce al niño en error en lugar de confirmar sus hipótesis, y a su vez, le da una expresión de uno de los componentes sexuales, más o menos intenso en cada niño, y en consecuencia resulta parcialmente exacta, adivinando en parte la esencia del acto sexual y la lucha de los sexos que a él le cuestiona. No es tampoco raro que el niño encuentre confirmada esta teoría suya por observaciones casuales que aprehende en parte exacta y en parte erróneamente, o incluso de un modo antitético. En muchos matrimonios se resiste realmente la mujer al abrazo conyugal, que no le proporciona placer alguno, y trae, en cambio, consigo el peligro de un nuevo embarazo. La madre ofrece así al niño, que supone dormido (o que finge estarlo), una impresión que no puede ser interpretada sino como una defensa contra un acto de violencia. Otras veces es toda la vida conyugal la que ofrece al niño el espectáculo de una continua disputa expresada en palabras y gestos hostiles, no pudiendo así extrañar al infantil observador que tal disputa prosiga por la noche y tenga el mismo desenlace violento que sus diferencias con sus hermanos o compañeros de juegos.  Para representar la imagen de poderío del sujeto nos referimos al falo, para el niño todo objeto, cosas, animales y personas tienen forma de pene y para ellos no existe la diferencia sexual, puesto que no existe una castración; también en esta etapa  los niños se cuestionan acerca de lo que es parir o embarazarse, ¿Qué cómo es que el bebé está ahí? ¿De dónde viene?, si la madre se lo trago, se lo introdujeron etc.
A los 6 años aproximadamente el niño sufre de amnesia infantil o mejor conocido como reprimir sucesos de su vida, valla, entendiendo como es que el niño se olvida de lo que es el Edipo.

Un estímulo pulsional no proviene del mundo exterior, sino del interior del propio organismo. Por eso se dice que también opera diversamente sobre el alma y que se requieren diferentes acciones para eliminarlo. La pulsión, no actúa como una fuerza de choque momentánea, sino siempre como una fuerza constante. Puesto que no ataca desde afuera, sino desde el interior del cuerpo, una huida de nada puede valer contra ella. Por lo tanto deciden llamar «necesidad» al estímulo pulsional; lo que cancela esta necesidad es la «satisfacción». Esta sólo puede alcanzarse mediante una modificación, apropiada a la meta (adecuada), de la fuente interior de estímulo. Desde el aspecto biológico, pasamos a la consideración de la vida anímica, la «pulsión» nos aparece como un concepto fronterizo entre lo anímico y lo somático, como un representante psíquico de los estímulos que provienen del interior del cuerpo y alcanzan el alma, como una medida de la exigencia de trabajo que es impuesta a lo anímico a consecuencia de su trabazón con lo corporal.
Para entender mejor la terminología freudiana, se emplearon palabras tales como: esfuerzo, meta, objeto, fuente de la pulsión. Por esfuerzo de una pulsión se entiende su factor motor, la suma de fuerza o la medida de la exigencia de trabajo que ella representa. La meta de una pulsión es en todos los casos la satisfacción que sólo puede alcanzarse cancelando el estado de estimulación en la fuente de la pulsión. Pero si bien es cierto que esta meta última permanece invariable para toda pulsión, los caminos que llevan a ella pueden ser diversos, de suerte que para una pulsión se presenten múltiples metas más próximas o intermediarias, que se combinan entre sí o se permutan unas por otras. La experiencia nos permite también hablar de pulsiones «de meta inhibida» en el caso de procesos a los que se permite avanzar un trecho en el sentido de la satisfacción pulsional, pero después experimentan una inhibición o una desviación. El objeto de la pulsión es aquello en o por lo cual puede alcanzar su meta. Es lo más variable en la pulsión; no está enlazado originariamente con ella, sino que se le coordina sólo a consecuencia de su aptitud para posibilitar la satisfacción. No necesariamente es un objeto ajeno; también puede ser una parte del cuerpo propio. En el curso de los destinos vitales de la pulsión puede sufrir un número cualquiera de cambios de vía; a este desplazamiento de la pulsión le corresponden los más significativos papeles. Puede ocurrir que el mismo objeto sirva simultáneamente a la satisfacción de varias pulsiones.
Por fuente de la pulsión se entiende aquel proceso somático, interior a un órgano o a una parte del cuerpo, cuyo estímulo es representado en la vida anímica por la pulsión.
Según Freud, nos hemos resuelto a referir placer y displacer a la cantidad de excitación presente en la vida anímica y no ligada de ningún modo, de esta manera el displacer corresponde a un incremento de esa cantidad, y el placer a una reducción de ella. Por tanto un factor decisivo respecto de la sensación es, probablemente, la medida del incremento o reducción en un período de tiempo. Bajo el influjo de las pulsiones de autoconservación del yo, es relevado por el principio de realidad, que, sin resignar el propósito de una ganancia final de placer, exige y consigue posponer la satisfacción, renunciar a diversas posibilidades de lograrla y tolerar provisionalmente el displacer en el largo rodeo hacia el placer. Se dice que casi toda la energía que llena al aparato psíquico proviene de las mociones pulsionales congénitas, pero no se las admite a todas en una misma fase del desarrollo. Ciertas pulsiones o partes de pulsiones se muestran, por sus metas o sus requerimientos, inconciliables con las restantes que pueden conjugarse en la unidad abarcadora del yo. Para la cual hace su entrada la represión puesto que dice que dichas pulsiones son segregadas entonces de esa unidad por el proceso de la represión; se las retiene en estadios inferiores del desarrollo psíquico y se les corta, en un comienzo, la posibilidad de alcanzar la satisfacción. Y si luego consiguen (como tan fácilmente sucede en el caso de las pulsiones sexuales reprimidas) procurarse por ciertos rodeos una satisfacción directa o sustitutiva, este éxito, que normalmente habría sido una posibilidad de placer, es sentido por el yo como displacer. Los detalles del proceso por el cual la represión trasforma una posibilidad de placer en una fuente de displacer no son todavía bien inteligibles o no pueden exponerse con claridad, pero seguramente todo displacer neurótico es de esa índole, un placer que no puede ser sentido como tal o bien puede ser el destino de una moción pulsional chocar con resistencias que quieran hacerla inoperante. Si se tratase del efecto de un estímulo exterior, es evidente que la huida sería el medio apropiado. En el caso de la pulsión, de nada vale la huida, pues el yo no puede escapar de sí mismo. Más tarde, en algún momento, se encontrará en la desestimación por el juicio (juicio adverso) un buen recurso contra la moción pulsional. Una etapa previa al juicio adverso, una cosa intermedia entre la huida y el juicio adverso, es la represión, cuyo concepto no podía establecerse en el período anterior a los estudios psicoanalíticos. Puede ocurrir que un estímulo exterior sea interiorizado; entonces se engendra una nueva fuente de excitación continuada y de incremento de tensión. Tal estímulo cobra, así, notable semejanza con una pulsión. Según sabemos, sentimos este caso como dolor. Otro placer, un placer directo, no puede ganarse con la cesación del dolor. El dolor es también imperativo; puede ser vencido exclusivamente por la acción de una droga o la influencia de una distracción psíquica. Se dice que “La represión”, no es un mecanismo de defensa presente desde el origen; no puede engendrarse antes que se haya establecido una separación nítida entre actividad conciente y actividad inconciente del alma, y su esencia consiste en rechazar algo de la conciencia y mantenerlo alejado de ella. De esta manera se podría determinar que la represión no se desarrolla si no hasta que el sujeto percibe algún hecho o alguno de sus placeres como insanos o impuros para el alma, lo cual lo hace alejarse de ellos.

En la Novela familiar del neurótico para el niño pequeño, los padres son al comienzo la única autoridad y la fuente de toda creencia. Llegar a parecerse a ellos, al progenitor de mismo sexo, a ser grande como el padre y la madre. A medida que avanza en su desarrollo intelectual, el niño no puede dejar de ir tomando noticia, poco a poco, de las categorías a que sus padres pertenecen. Conoce a otros padres, los compara con los propios, lo cual le lleva a dudar del carácter único. Pequeños sucesos en la vida del niño, que le provocan un talante descontento, le dan ocasión para iniciar la crítica a sus padres y para valorizar en esta toma de partido contra ellos la noticia adquirida de que otros padres son preferibles en muchos aspectos. La sensación de que no le son correspondidas en plenitud sus inclinaciones propias se ventila luego en la idea, a menudo recordada conscientemente desde la primera infancia, de que es adoptado. Aquí se muestra ya la influencia del sexo, pues el varón presenta inclinación a mociones hostiles mucho más hacia su padre que hacia su madre, y se inclina con mayor intensidad a emanciparse de aquel que de esta. La fantasía del niño se ocupa en la tarea de librarse de los menospreciados padres y sustituirlos por otros, en general unos de posición social más elevada. Luego viene a sumarse la noticia sobre las  condiciones sexuales diversas de padre y madre; si el niño llega a aprehender que, mientras que la madre es, la novela familiar experimenta una curiosa limitación, a saber: se conforma con enaltecer al padre, no poniendo ya en duda la descendencia de la madre, considerada inmodificable. Con la noticia sobre los procesos sexuales nace una inclinación a pintarse situaciones y vínculos eróticos en que entra como fuerza pulsional el placer de poner a la madre, que es asunto de la suprema curiosidad sexual, en la situación de infidelidad escondida y secretos enredos amorosos. De esta manera, aquellas primeras fantasías, en cierto modo asexuales, son llevadas hasta la cúspide del actual discernimiento. El motivo de la venganza y la represalia, también se muestra aquí. Es que son las más de las veces estos niños neuróticos los que han sido castigados por sus padres a raíz del desarraigo de malas costumbres sexuales, de lo cual se vengan mediante tales fantasías.
En cambio en el ensayo sobre “El yo y el ello” se dice que el yo es la parte del ello alterada por la influencia directa del mundo exterior, con mediación del Super yo y el yo; Además, se empeña en hacer valer sobre el ello el influjo del mundo exterior, así como sus propósitos propios; se afana por remplazar el principio de placer, que rige irrestrictamente en el ello, por el principio de realidad. Para el yo, la percepción cumple el papel que en el ello corresponde a la pulsión. El yo es el representante de lo que puede llamarse razón y prudencia, por oposición al ello, que contiene las pasiones. Todo esto coincide con notorios distingos populares, pero sólo se lo ha de entender como algo aproximativa o idealmente correcto.
Y bien en El sepultamiento del complejo de Edipo el complejo de Edipo, no prosigue su desarrollo hasta la organización genital definitiva, sino que se hunde y es relevada por el período de latencia; su desenlace se consuma de manera típica y apuntalándose en sucesos que retornan de manera regular. La mayoría de las veces, la amenaza de castración proviene de mujeres; a menudo, ellas buscan reforzar su autoridad invocando al padre o al doctor, quienes, según lo aseguran, consumarán el castigo. En cierto número de casos, las mujeres mismas proceden a una mitigación simbólica de la amenaza, pues no anuncian la eliminación de los genitales, en verdad pasivos, sino de la mano, activamente pecaminosa. Y con notable frecuencia acontece que al varoncito no se lo amenaza con la castración por jugar con la mano en el pene, sino por mojar todas las noches su cama y no habituarse a la limpieza. Alguna vez el varón, orgulloso de su posesión del pene, llega a ver la región genital de una niña, y no puede menos que convencerse de la falta de un pene en un ser tan semejante a él. Y finalmente para concluir en el ensayo de “Algunas consecuencias psíquicas de la diferenciación anatómica de los sexos” El complejo de Edipo es de sentido doble, activo y pasivo, en armonía con la disposición bisexual. También él quiere sustituir a la madre como objeto de amor del padre; a esto lo designamos como actitud femenina. Además de los problemas del complejo de Edipo en el varón, el de la niña pequeña esconde otro. Inicialmente la madre fue para ambos el primer objeto; Ella nota el pene de un hermano o un compañerito de juegos, pene bien visible y de notable tamaño, y al punto lo discierne corno el correspondiente, superior, de su propio órgano, pequeño y escondido; a partir de ahí cae víctima de la envidia del pene. He aquí una interesante oposición en la conducta de ambos sexos: en el caso análogo, cuando el varón ve por primera vez la región genital de la niña, se muestra irresoluto, poco interesado al principio; no ve nada, o desmiente su percepción, la deslíe, busca subterfugios para hacerla acordar con su expectativa. Sólo más tarde, después que cobró influencia sobre él una amenaza de castración, aquella observación se le volverá significativa; su recuerdo o renovación mueve en él una temible tormenta afectiva, y lo somete a la creencia en la efectividad de la amenaza que hasta entonces había echado a risa. Dos reacciones resultarán de ese encuentro, dos reacciones que pueden fijarse y luego, por separado o reunidas, o bien conjugadas con otros factores, determinarán duraderamente su relación con la mujer: horror frente a la criatura mutilada.
Nada de eso ocurre a la niña pequeña. En el acto se forma su juicio y su decisión. Ha visto eso, sabe que no lo tiene, y quiere tenerlo. En este lugar nace el llamado complejo de masculinidad de la mujer, que eventualmente, si no logra superarlo pronto, puede deparar grandes dificultades al prefigurado desarrollo hacia la feminidad. La esperanza de recibir alguna vez, a pesar de todo, un pene, igualándose así al varón, puede conservarse hasta épocas tardías y convertirse en motivo de extrañas acciones, de otro modo incomprensible. La niñita se rehúsa a aceptar el hecho de su castración, se afirma y acaricia la convicción de que empero posee un pene, y se ve compelida a comportarse en lo sucesivo como si fuera un varón. Las consecuencias psíquicas de la envidia del pene, en la medida en que ella no se agota en la formación reactiva del complejo de masculinidad, son múltiples y de vasto alcance. El primer intento de explicar su falta de pene como castigo personal, y tras aprehender la universalidad de este carácter sexual, empieza a compartir el menosprecio del varón por ese sexo mutilado en un punto decisivo y, al menos en este juicio, se mantiene en paridad con el varón.  Aunque la envidia del pene haya renunciado a su objeto genuino, no cesa de existir: pervive en el rasgo de carácter de los celos, con leve desplazamiento. Esta fantasía parece un relicto del período fálico de la niña. Una tercera consecuencia de la envidia del pene parece ser el aflojamiento de los vínculos tiernos con el objeto-madre. La concatenación no se comprende muy bien, pero uno se convence de que al final la madre, que echó al mundo a la niña con una dotación tan insuficiente, es responsabilizada por esa falta de pene. Mientras que el complejo de Edipo del varón se va al fundamento debido al complejo de castración, el de la niña es posibilitado e introducido por este último. Esta contradicción se esclarece si se reflexiona en que el complejo de castración produce en cada caso efectos en el sentido de su contenido: inhibidores y limitadores de la masculinidad, y promotores de la feminidad. La diferencia entre varón y mujer en cuanto a esta pieza del desarrollo sexual es una comprensible consecuencia de la diversidad anatómica de los genitales y de la situación psíquica enlazada con ella; corresponde al distingo entre castración consumada y mera amenaza de castración.

E. García

¿Cómo se puede aplicar la terapia psicoanalítica con pacientes? ¿Cómo ayuda el psicoanálisis al paciente? ¿Qué pacientes son susceptibles?

Una vez nacido el psicoanálisis, el cual comenzó por el estudio de la neurosis histérica, poco a poco se fue extendiendo cada vez más a todos los conflictos emocionales del ser humano. El psicoanálisis se basa, sobre todo, en la técnica de las asociaciones libres además de la interpretación de los sueños. Mediante estas técnicas el paciente llega a ser capaz de hacer conscientes algunos conflictos emocionales que fueron adquiridos en su infancia y que, a través de ciertos dinamismos de defensa, fueron reprimidos de tal manera que se hicieron inconscientes, pero que en la edad adulta perturban su salud emocional.
El psicoanálisis nos puede ayudar básicamente, en la resolución de conflictos emocionales tales como problemas de ansiedad, angustia, fobias, disfunciones sexuales, afecciones psicosomáticas e incluso algunas depresiones no reactivas, etc. También es recomendable para aquellas personas con problemas de asertividad en su conducta, personas con una baja autoestima, personas tímidas y con sentimientos de inferioridad, además de como técnica de crecimiento personal. El Psicoanalista utiliza como método de cura el psicoanálisis, que consiste en la investigación del inconsciente. Este método, el cual fue descubierto por Freud, se basa en la asociación libre, y se utiliza para la curación de los trastornos psicológicos o emocionales que se manifiestan en forma de: fobias, histerias, obsesiones, inhibiciones, depresiones, angustia, etc. El Psicoanalista con su técnica, ayuda al paciente a traer a la conciencia lo reprimido, lo que permanece olvidado en el inconsciente. Seguramente muchas personas creerán que es mejor no recordar ciertos aspectos de la vida que le son desagradables o bien dolorosos y que sería mejor seguir olvidándolos para no sufrir. Cuando un suceso de la infancia ha sido penoso o desagradable, cae en el inconsciente, es decir, en el olvido y ahí queda retenido por la censura, es decir como encerrado en un sótano. Estos recuerdos, ocultados en el salón de la censura, no por ello se han vuelto impotentes, sino que siguen insistiendo, manifestándose en forma de síntomas físicos, psíquicos o con comportamientos anómalos: ludopatías, adicciones, etc. Las situaciones penosas vividas en el pasado y que quedan reprimidas en el inconsciente proporcionan en el presente continuos conflictos que se repiten constantemente en uno mismo o en los propios hijos formándose una cadena.


Cuando el psicoanalista enseña al paciente la intervención de las motivaciones inconscientes que guía la mayoría de sus actos, lo hace de forma similar a como el químico de la sal, la cual al combinarse con otros elementos resulta irreconocible.
La finalidad del psicoanálisis consiste en la recuperación de las facultades de obrar y gozar de la existencia. La cura psicoanalítica anteriormente requería de un diván para que el paciente pudiera asociar más libremente. La regla básica para que el psicoanalista se lleve a cabo es que el paciente diga todo lo que se le ocurra, todo lo que le pase por la cabeza aún cuando parezca sin importancia o desagradable, que pueda hablar de cosas presentes, pasadas, sueños, fantasías, anécdotas. etc. Todo lo que el paciente diga es importante para el psicoanalista, que mantiene una escucha del inconsciente, es decir una atención flotante, y cuando lo cree conveniente o al final de la sesión, el psicoanalista interpreta, es decir, le comunica al paciente lo que es desconocido para él pero que él mismo ha transmitido en forma de lapsus, sueños, fantasías, etc. Es decir: su inconsciente. Con ello, el paciente, se libera del peso que lo frustra. Entre el psicoanalista y su paciente se origina un tipo de relación basado en la transferencia, por la cual el paciente revive con su psicoanalista las emociones traumáticas de la infancia y que siguen manifestando en el presente en forma enmascarada. Debemos a Freud la ampliación del concepto de sexualidad que estaba antes limitado a lo genital, abarcando a partir de sus descubrimientos el campo de las emociones y los afectos. Para que el psicoanálisis pueda llevarse a cabo, es necesario no sólo que el paciente quiera curase sino que quiera saber, el por qué de su sufrimiento.
El famoso tratamiento de Freud  tenía como objetivo principal el conocer los conflictos e impulsos internos a través del insight, comprenderlos por medio de la interpretación y así liberar las “fuerzas psíquicas” para luego lograr un bienestar. La terapia psicoanalítica clásica de Freud, postulaba condiciones especiales donde sea propicia la sesión. La psicoterapia debía darse en un ambiente medio oscuro, el paciente debía estar recostado en un diván y el psicólogo no debía tener contacto visual directo con el paciente, ni debía intervenir activamente en el proceso, en la mayoría de los casos debía mantener una  “atención flotante”, que es tener una actitud pasiva y solo ser el guía de la conversación, llamada atención flotante.



Freud propuso un procedimiento por el cual buscaba encontrar y descifrar lo que está oculto. Así, postula a la asociación libre como un proceso fundamental en la terapia psicoanalítica, que consiste en que los individuos reporten espontáneamente al terapeuta todos sus pensamientos y él, como profesional entrenado, interprete lo que éste dice por más trivial que parezca; solo así se puede comprender lo que el inconsciente oculta. Porque, según Freud, la asociación libre en realidad no lo era y que las ocurrencias estarían determinadas por material inconsciente.
EN LA TERAPIA PSICODINÁMICA CLÁSICA:
*      La frecuencia del tratamiento es diaria o de 4 a 5 veces por semana.
*       El paciente es tratado en el diván
*       El enfoque del tratamiento enfatiza un terapeuta neutro y no intruso
*       Evita dar consejos y limita sus intervenciones a las interpretaciones
*       La técnica enfatiza la libre asociación, la interpretación y  el análisis de los sueños.

EN LA TERAPIA PSICODINÁMICA MODERNA:

*      La frecuencia típica es 1 o 2 veces por semana
*      El paciente es tratado cara a cara.
*       El terapeuta asume una posición activa y directa.
*       Aconseja y refuerza aspectos no conflictivos del sujeto.


E. García

Análisis del caso “hombre de las ratas”, “Hombre de los lobos” y la “Interpretación de los sueños.”

Para el psicoanálisis la neurosis obsesiva depende del posicionamiento subjetivo que nace a partir del simbolismo fálico de la persona. Cuando se trabaja la obsesión en el campo de las neurosis, aparece como un modo de posicionamiento. Freud definió a la neurosis obsesiva como un dialecto de la histeria.
Al revisar los casos del “hombre de las ratas” y “el hombre de los lobos” Freud describe la “enfermedad” a grandes rasgos, como una neurosis obsesiva, siendo diferentes personas, pero con síntomas muy parecidos, donde en ambos hay una conexión simbólica, pues ambos presentaron el paso edípico; además de iniciar su quebrantamiento psíquico en la primera infancia.
Como se conoce Freud planeta una triangulación edípica, la cual puede describir mejor el proceso por el cual los dos hombres mencionados anteriormente padecieron de neurosis obsesiva; en dicha triangulación edípica es carente un padre. Si bien estos hombres también se vieron amenazados en su primera infancia por fobias histéricas o bien histeria de angustia, llevándolos así a tener sueños que para Freud fueron analizados de manera simbólica
Para Freud un examen psicológico muestra que el sueño es el primer eslabón en la serie de productos psíquicos anormales; otros de sus eslabones son las fobias histéricas, las representaciones obsesivas y las delirantes, de las que el médico tiene que ocuparse por razones prácticas, ya que los sueños son considerados material inconsciente del sujeto; Lo que ocurre al escucharlos es, como en la mayoría de los casos, se actualizan aspectos reprimidos en el inconsciente y aparece la angustia.
Cuando avanzamos en el proceso de un análisis, encontramos otros aspectos destacables que permiten llegar al origen y a las causas de este tipo de padecimiento.



Historial clínico (hombre de las ratas)

El sujeto comento que: “tiene miedo a que algo terrible le pasara a su padre y a una joven que él amaba, pues tenía impulsos criminales como deseo de matar gente; de auto-castigo, como cortarse la garganta con una navaja.
Preocupaciones obsesivas centradas en cuestiones ridículamente  insignificantes como el saldar deudas ínfimas”.
Habla de un amigo cuyos consejos apreciaba mucho, relata aspectos de su vida sexual durante la infancia y al escucharse descubre y le dice a Freud que recordó cómo esa curiosidad se veía socavada por un sentimiento que consistía en que podía provocar la muerte de su padre, y agrega que tenía que acudir a complicados rituales para impedir que estos pensamientos sugieran y que realmente ocurrieran.
El padre de este paciente había muerto algunos años atrás, pero el temor por él persistía, algo característico en los obsesivos.
Este temor había aparecido en el recuerdo y en la vida del “hombre de las ratas” como a los cinco años y, según él, este era la causa de su trastorno.
Lanzer, a sus cinco años, ya presentaba una neurosis obsesiva.
El tratamiento no consiste sólo en eliminar los síntomas; sino que, además el paciente debe reconocer sus deseos, decir aquello que quiere sin tener que recurrir precisamente a los síntomas, a la “enfermedad “para excusarse o al mito por el hecho de faltar elementos para completar su historia.

E. García

¿Por qué el humano comienza a cometer actos contra la misma humanidad?

El humano desde su nacimiento tiende a la perversión, debido a que la fuente de placer es el motor impulsante de la vida y de la psique misma, ya lo comentaba Freud que el primer placer reprimido debido a su carga ansiógena destructiva es el hambre que en un principio satisface el organismo pero ante la falta de saciedad provoca sensaciones displacenteras incontrolables y por así decirlos exteriores al sujeto ya que en esta interviene la madre que es la proveedora de alimentos y el organismo que es el niño al cual le hace falta saciar su hambre, en este punto comienza a actuar la represión primaria en la cual funge como un mecanismo de defensa pero es adjudicable mucho mas que eso ya que su efecto es el de un mediador de la interacción del mundo externo con el interno, cuando el organismo del niño comienza a saciarse para volver a sentir placer, la psique debe deshacerse de la sensación incomoda a la cual fue sometido es ahí cuando la represión primaria tiene su mayor efecto obstaculizando el recuerdo displacentero, encapsulándolo y enviándolo a una nueva locación en la psique llamada inconsciente la cual servirá para el almacenamiento de información peligrosa para la psique del individuo, ya mencionando el inicio psíquico humano es importante también dar mención que aparte de inconsciente preconsciente y consciente existen tres tópicas mas que interactúan entre si que son el ello que esta compuesto por todo instinto pulsionar que también surge gracias a la represión primaria el cual se sitúa como el agente representativo de la representación inconsciente que rige toda motivación en el humano, el yo que es el apartado que supone el contacto con la realidad y la conciencia humana la cual almacena grandes cantidades de información intercomunicada con emotividad extraída de las experiencias del mundo exterior y por ultima tópica el superyo que es el cúmulo de expectativas depositadas por el mundo exterior hacia la psique humana y el complejo moral que se maneja en la sociedad.
Aquí es identificable representaciones que se ubica en el ello y el yo y agentes representativos de las mismas entidades que impulsan y direccionan las conductas hacia una meta libidinal, es aquí donde se puede destacar que una de las posibles metas libidinales  el  poder el falo mismo,  como hemos visto durante la historia humana, en la segunda guerra mundial existió un dictador llamado Adolf Hitler que realizo una de las acciones mas grandes contra la humanidad, una matanza de 6 millones de judíos y combatientes de la guerra, todas estas acciones genocidas realizadas por el mando de un solo hombre pueden ser explicadas con dos apartados freudianos, uno es la falta de castración en el complejo de Edipo, posiblemente Hitler al ser hijo de la tercera esposa de su padre Alois, no tubo una figura paterna castrante y estructurada ya que al compartir con tantos hijos y mujeres su atención estaba desviada de las situaciones infantiles de sus hijos, esto aunado a que la medida de reprimenda utilizada eran los azotes y golpes y sin miedo a equivocarme puedo decir que injustificadamente o mal aplicados, puede que el padre no tubo la capacidad suficiente para demostrarle al hijo que el falo que es el representativo del poder y dominio se obtenía con esfuerzo y esmero, al no delimitar el triangulo amoroso, Hitler consideraba que todo lo merecía y que nada tenia que dar a cambio, esto aunado a la energía pulsionar que era controlada entonces mediante el falo no perdido (en este punto se pueden destacar los 4 elementos imperativos en la pulsión, el primero es el esfuerzo implicado para alcanzar el poder supremo de las fuerzas militares alemanas, el segundo es la meta que como ya se había mencionado es la necesidad de poder fálico que vivenciaba Hitler, el objeto que bien podemos mencionar de nuevo que es el poder ya que gracias a esto Hitler logro ser canciller, jefe militar supremo y otros puestos desempeñados y por ultimo es la fuente de la pulsión que engloba toda la motivación convertida en conductas para lograr la meta y el objeto deseado.), erigió un imperio basado en la autosatisfacción y con el cual solo reafirmaba una y otra ves su porte fálico sin importarle nada ni nadie ya que el tenia el poder y manejaba las piezas a su antojo, esta era la meta libidinal: la autoafirmación de poder.
Otro de los  actos realizados  por el humano contra  la  misma humanidad que es mucho mas común que otros, es el  homosexualismo o bien  llamado por Freud inversión que a su ves es una aberración sexual debido a que es una conducta fuera de la norma. A este fenómeno le denomino acto contra la humanidad no por el hecho de que este mal ser homosexual si no por que esta forma de  expresión sexual delimita la procreación natural e impide la reproducción que es uno de  los supuestos objetivos que la naturaleza brinda a las unidades de cada especie, estas inversiones son localizables desde el Edipo en la etapa genital, en  el cual  no existe una  castración incisiva que estructure al  sujeto y que lo exhorte a la identificación  con  el  mismo sexo, si no que al contrario existe una identificación con la madre (o el padre dependiendo de que homosexual se hable, lésbico o gay)  que es  relativamente corta pero muy  significativa en la cual el individuo tiende a la identificación con el sexo contrario y adquiere características del mismo , aun cuando durante el proceso de vida del individuo atraen consecuencias psíquicas debido a las diferencias anatómicas, que dan un molde primario de toda conducta humana ya sea de relacionarse, vestirse,  cortarse el pelo, uso de accesorios,  etc.
Otra de las conductas humanas autodestructivas son las adicciones a sustancias, las iniciaciones en el curso de estas conductas compulsivas esta basado en diversas teorías desde modelos genetistas que dictan que el organismo viene predispuesto hacia el consumo de diversos estupefacientes, así como la herencia debida a un familiar directo que haya sido consumidor, hasta las ambientalistas que dicen que es el ambiente el que dicta y moldea al sujeto a contraer diversas conductas debido a la necesidad de adaptación, pero el foco de explicación será plenamente psicoanalista, me basare en los principios de placer para dar explicación a este fenómeno cotidiano, como ya estuvimos hablando anterior mente la psique humana tiene tres características, 1 es tópico, 2 es dinámico y 3 es económico. Primeramente es tópico ya que existen dos subdivisiones psíquicas y a su vez se subdivide en otras tres 1 consciente  que es en si mismo  el apartado al cual tenemos acceso todos los humanos y con el cual interactuamos en el medio, preconsciente que es un estadio intermedio el cual sirve solo para señalar que es la parte inconsciente de la cual puede ser evocado a la consciencia, por así decirlo es el cúmulo de recuerdos y representaciones que son de alguna manera agresivas para la psique misma pero no con tanta efusividad, y la inconsciencia que es donde se almacenan todos los recuerdos que aparte de agresivos pueden dañar a la psique y desestructurarla y psicotisarla  esta parte es a la cual no se tiene acceso. Pero así mismo existen 1 yo, 2 ello y superyo  que ya se definió anteriormente. Es dinámico ya que estas instancias tópicas interactúan entre si, el yo interactúa con lo CC, PCC y lo ICC; de igual manera que el ello y el superyo. Es económico debido a que en la interacción de las mismas se direccionan y conducen a la realidad mediante energía. Ya entendido esto el humano tiende a la búsqueda del confort y el placer, al ingerir alguna sustancia psicotrópica el organismo experimenta sensaciones placenteras, las cuales son almacenadas en el consciente y en el yo. Ya cuando el sujeto conoce la experiencia de la ingesta psicotrópica y de las sensaciones placenteras que esto acarrea, se convierte en una conducta compulsiva, esto debido a que el ello prevalece ante todas las instancias psíquicas tomando toda la energía pulsionar y direccionándola hacia las demás instancias, por decirlo en otras palabras el sujeto experimenta un aumento de energía en la abstinencia de la sustancia la cual tiene que ser reducida ya que esta energía es displacentera, esta energía que ha sido producida directamente por el ello tiende a la descarga, esto se efectúa mediante la administración de la sustancia, que reduce los niveles energéticos utilizando el placer como vehículo para lograrlo, cuando el placer es el predominante en la vida del sujeto, se convierte en goce el cual es ilícito y tiende a la muerte del sujeto, por eso es que las adicciones son consideradas como conductas humanas destructivas de la humanidad ya que el goce es un suicidio lento y progresivo y la autoaniquilación es antinatural.

Fco. Lopéz

¿Por qué el inconsciente aun siendo un apartado psíquico que se compone de representaciones vívidas en el consciente y repercute a todo momento de la vida del ser humano son imperceptibles sus efectos colaterales?

Bueno la respuesta a esta pregunta no puede ser explicada sin antes haber sido explicado el proceso mediante el cual surge y se pone en funcionamiento el aparato psíquico humano, primero el neonato siendo un perverso polimorfo, un organismo que solo se dedica a la auto gratificación no discierne entre el mundo interno del externo asume la capacidad de que su vinculo primario con la madre sea del todo uno mismo y el único mecanismo de regulación libidinal es el llanto puesto que mediante este obtiene placer, la madre aquí actúa sin darse cuenta como mediadora de la psique del niño, sometiéndolo a privación ya sea de alimento o de comodidad, que expulsa al niño de la completad elloica para así difractar al ello en dos componentes uno que guarda el mismo nombre “ello” y una nueva instancia el “yo”, esto, mediante la represión primaria, una subdivisión tópica que suma su aparición ante este fenómeno es el inconsciente y el consciente, poniendo como ejemplo a un bebe de 3 días de nacido que experimenta la falta de saciedad, la cual acarrea sensaciones displacenteras ansiógenas, en el momento en que surge el llanto se ve la incomodidad que la falta de ingesta de alimentos representa, estos recuerdos deben ser bloqueados de alguna manera para conservar la homeostasis psíquica, es aquí cuando la represión subyace recopilando los recuerdos insoportables y destinándolos a un lugar en el que no representen focos hostiles en el funcionamiento psíquico, debido a esto se dividen las tópicas psíquicas ello àello y yo, consciente-à consciente inconsciente.
Ya formulando este paradigma, el individuo alimenta estas tópicas con un conjunto representativo de las vivencias conscientes de las cuales la mayoría debe ser reprimidas y obstaculizadas por mecanismos de defensa que se encargan de mantener funcional o patológicamente una regulación psíquica en el humano, mientras tanto el yo adquiere fuerza de la estabilidad y estructura con la cual se desenvuelve las exigencias familiares cuando se es niño, como ya se había mencionado, estas representaciones intolerantes que se van acumulando y guardando en el inconsciente gracias a la represión durante el transcurso de la vida del sujeto, son prácticamente inalcanzables y cuando el complejo de asociaciones dicta trayecto hacia algo reprimido, el mecanismo de defensa se pone en acción y limita al consciente de mas asociaciones que le lleven a recordarlas. Por otra parte existe la cualidad yoica inconsciente de eliminar por completo un recuerdo que puede significar entre la realidad y la locura de un sujeto, esta cualidad hace aparición en el sepultamiento del complejo de Edipo, por eso adquiere el termino de sepultamiento por que es algo que en el mejor de los casos desaparece de la psique del sujeto. Para dar explicación a este mecanismo eliminatorio psíquico, es pertinente dar explicación al complejo de Edipo, este es mas que un organizador psíquico que contrapone al sujeto con sus vínculos objetales futuros; es un conjunto de procesos que también se encarga de organizar la psique y mantener al yo “con los pies en la tierra”, este complejo también llamado triangulo amoroso, surge en el momento en el cual el niño comprende la representación del falo, y no contento con entenderlo lo quiere para el mismo, el método mediante el cual quiere apropiarse el niño del falo es apropiándose de el lugar jerárquico correspondiente que le otorga ese derecho, en resumidas cuentas, el niño quiere apoderarse de la madre falicamente representativa hasta que algún integrante de la familia (en el mayor de los casos el padre) se encarga de someterlo a castración, entendiendo castración de forma simbólica al igual que el falo, así mismo simbólicamente es cuando el niño tiene dos opciones 1.- sacrificar el falo fantaseado por su pene real, que brinda como producto el sepultamiento de la fase edípica y que a su vez somete a castración directa subyaciendo una neurosis o 2.-conservar su falo fantaseado y sacrificar su pene real que esto al ser mas patológico, podría originar en el mejor de los casos una inversión de parte del individuo o en el peor de los casos una psicosis ya que el individuo permanece en una relación simbiótica con la madre que le dificultaría la diferenciación entre lo interno y lo externo, lo real de lo irreal. Si lo que sucede es la primera opción, el niño tiende a trascender de forma óptima los conflictos de la etapa genital así dándose a la inmersión del periodo latente que es un periodo de receso sexual. El niño que sacrifica su falo simbólico lo hace mediante el sepultamiento que se encarga de eliminar cualquier rastro que pueda emerger al consciente debido a su alto contenido de experiencias desagradables e inaceptables para el sujeto como el deseo incestuoso hacia su propia madre, que si es llevado al inconsciente es proclive a la quebrantación de la psique misma. Esto no significa que el complejo de Edipo no tenga repercusiones a largo plazo sino que al contrario, es el punto de partida para toda relación objetal, la manera de actuar de los adultos no es mas que la dramaturgia de lo que fue su complejo adípico los métodos de desenvolvimiento realizados durante este complejo que no fueron eliminados en el sepultamiento subyacen del inconsciente constantemente de manera de acting-out en tanto el sujeto se relaciona con sus pares. Lo ya mencionado no es lo unico que ocurre, tambien en este punto se establece la división concreta y tajante de el superyo que espontáneamente se integra al ingresar a la castración ya que el padre (o cualquier persona que cumpla esa función) somete al infante ante las reglas con las cuales se debe de jugar y debido a la identificación con el mismo las asume y las copia siendo este un factor integrativo de representaciones que nutre a su superyo efímero aun.
Otra situación que define constelaciones inmensas en la psique humana es el hecho de la moldeacion personal que sufre un sujeto debido a la misma anatomia que le es brindada geneticamente, estas diferencias entre los sexos amplian el panorama existencial del humano ya que mediante estas es asignado un rol social, cualidades y virtudes que debe tener cada persona por la diferenciación sexual, esto se refleja de igual manera en terminos de inconsciencia, dado que si se hiciera la pregunta a cualquier persona de por que se corta el pelo, se rasura, se peina de una manera, se pinta el pelo, se pone aretes,  platica de una forma, etc., etc. no sabria la respuesta sensata a esta interrogante ya que se deben a yuxtaposiciones inconscientes en la psique y en la persona (mascara).
Este es la mas clara explicación de el porque los patrones de conducta son repetitivos y aun siendo analizados no pueden ser comprendidos, el aparato psiquico esta compuesto y dispuesto al servicio momentaneo del humano, las situaciones o nuevas experiencias presentadas y la forma de enfrentarlas estan compuestas por información que ingresa al organismo de la cual gran parte es reprimida y mandada al inconsciente y la accion de efecto en la cual el sujeto responde a esta información o estímulos como una reacción meramente impulsiva  incontrolada y de ningún modo puesta a análisis anterior debido a su gran contenido inconsciente. Esto es diferente en los contenidos latentes de los sueños, debido a que el mecanismo onírico cumple una función similar pero defectuosa de los mecanismos de defensa del “yo”, debido a que el yo “se va a dormir” junto con la persona, el único protector de las represiones son los mecanismos oníricos pero como no son lo bastantemente fuertes los contenidos del inconsciente que son latentes “preconsciente” subyacen de manera de sueño, debido a que no existen organizaciones en las representaciones guardadas en el inconsciente, el contenido latente se manifiesta de manera desorganizada y confusa, es por eso que los sueños son extraños y rebueltos en unos casos es aquí donde podemos denotar las representaciones captadas conscientemente pero incapaces de ser extraidas o evocadas de manera ordinaria.

Fco. Lopéz

¿Cuál es el desarrollo del aparato psíquico neurótico desde el momento de nacimiento y la experimentación y construcción del estado anímico de una persona?

En un principio el individuo recién nacido esta constituido por una masa corpulenta llena de terminaciones sensitivas indescifrables, repleto primordial mente por instintos que le llevan a ingerir alimento, defecar y dormir que es lo necesario para un individuo en esa etapa de la vida, para mencionarlo de otra manera su complejo estructural psíquico esta completamente reinado por el ello, la forma mas precaria de organización psíquica, que esta enfocado, como ya se había comentado, a la pura satisfacción del organismo y sin otro objetivo mas que mantenerlo con vida; pero casi desapercibidamente esta época da un desarrollo de lo que en un futuro será un aparato psíquico abstracto, en el momento del parto, el neo nato sale de la comodidad del vientre materno hacia un mundo poderosamente hostil, es en este momento de gran disturbio y displacer, (ya que su organismo aumenta acumulativamente energía ansiógena displacentera surgiendo de igual modo la necesidad de disminución inmediata (placer)), cuando la psique misma del nuevo individuo requiere una autorregulación para soportar la vivencia, al momento en el cuan el pequeño es cobijado y puesto en un ambiente acogedor, situación que reduce la tensión ansiógena acumulada, ahora  necesita eliminar la idea intrusiva de disgusto a la que fue expuesto, esto se logra utilizando el mecanismo de defensa primario y el primer organizador psíquico, la represión, con el cual el individuo fragmenta la gran sustancia elloica en una pequeña subdivisión en la cual se almacenaran todas la representaciones experienciales individuales que regularan y mantendrán al sujeto conectado con su realidad aunado a que es de igual manera el almacenamiento de la identidad única ya que es en donde se localiza la subjetividad misma, acaba de surgir el yo, en su forma mas precaria. Esto no es lo único que realiza este fantástico mecanismo de defensa primario, también insita a guardar esa idea displacentera en algún lugar protegido de la evocación del recuerdo en donde posiblemente nunca pueda tener acceso la persona misma, el inconsciente, que también es un conglomerado de ideas representativas displacenteras que mediante distintas formas serán almacenadas y obstaculizadas hacia la consciencia para autoprotección de las instancias tópicas primarias durante toda la vida del sujeto, prácticamente este es el inicio de la psique de un individuo demostrando simultáneamente las tres principales leyes de las divisiones psíquicas, ya que es tópico en  cuanto a la subdivisión recién hecha por el mecanismo primario represivo, ello, yo y futuramente un superyo, consciente, preconsciente e inconsciente. Podemos hasta este punto afirmar que es dinámico ya que el funcionamiento es de interacción constante entre las tópicas ya mencionadas y es económico debido a los intercambios y regulaciones energéticas internas entre las mismas instancias.
Ya cuando el individuo posee un espectro mas amplio de representaciones, e indicios de un superyo se amplía la interacción entre las instancias psíquicas al mismo tiempo que se transforma el funcionamiento de mecanismo represivo, supongamos que una mujer se ve sometido a una violación, el recuerdo de este suceso desagradable es intolerante para la estructura yoica  y para evitar la ruptura psicotizante de la personalidad el aparato psíquico hecha a andar un mecanismo de defensa represivo en el cual la idea representativa pasa a ser parte del inconsciente para probablemente nunca salir nuevamente a la luz, pero esto implica, que como el inconsciente es un cúmulo de ideas o abstracciones, únicamente eso es lo que se retira de la consciencia del organismo, el afecto queda implicado corporalmente y es apenas visible de manera abstracta en la sintomatología subyacente, que es el agente representativo de la representación reprimida que es de índole sumamente importante para el carácter clínico ya que este es una pista por así decirlo para la averiguación verídica del suceso estresante, que al mismo tiempo dicta el transcurso y la técnica implementada al hacer psicoanálisis. Este mismo mecanismo de defensa tiene doble giro el primero ya fue explicado y es llamado represión de búsqueda debido a que se centra en buscar representaciones que aumentan la tensión ansiógena displacentera para hacer la labor comparativamente de un policial que se encarga de mantener las unidades sociales corrosivas o displacenteras en un solo sitio, dentro de la cárcel o en correccionales así impidiendo la directa exposición social para evitar daños o fenómenos masivos, a pues ese es el labor de la represion de búsqueda, detecta encapsula y envía al inconsciente; la segunda función es la de dar caza que de igual manera se le puede comparar con un policía pero de correccional el cual no permite el escape hacia el medio a individuos cuyas conductas han sido y son  desagradables, así actúa esta modalidad de represión ya que mantiene las representaciones alejadas del de la estructura yoica consciente para evitar desajustes en todo el complejo estructural, pero como a los policias correccionales cabe la posibilidad que se le escapa un reo, la represión de igual modo puede tener pequeños defectos y permite el escape de representaciones displacenteras y es cuando el sujeto experimenta sensaciones desagradables sin saber cual es su procedencia, como ejemplo una persona pude declarar que se siente triste, enojado, vacio, etc. sin saber cual es el motivo de su sentir. Las pulsiones de un sujeto son de igual importancia ya que esto determina el economismo intrapsíquico debido a su inexistente forma o apariencia es únicamente denotable por un agente que representa la representación pulsionar, se dice que es el principio económico debido a que la dirección de la pulsión y la meta que generalmente es traducida por placer o displacer que de uso mas técnico aumenta o diminuye la carga energética ansiógena del organismo. El imperio del principio del placer es de ningún modo el meramente regidor de los estadios anímicos de un sujeto ya que este es la miscelánea de energías tanto libidinales como direcciones pulsionares completas, pero este principio si ofrece una vivencia constante en el medio y por tanto genera sensaciones de constante contacto con la realidad. Los estados de ánimo de una persona no están sujetos a un solo factor pero si pueden modificarse inmediatamente debido a alguno en específico, el placer o displacer pueden ser este factor deformante del ánimo. Para dar final a este ensayo la construcción del estado anímico esta ligado directamente a las experiencias y representaciones introyectadas en el yo aunado a las energías placenteras y no placenteras que son el material de uso común y funsionamiento de la pulsión, por tanto un bebe que en su calidad de perverso polimorfo solo busca la gratificación instantánea de sus necesidades y no tiene forma definida ni animicamente ni estructuralmente, esta es desarrollada hasta que la subjetividad misma del sujeto va consolidándose.   

Fco. Lopéz

¿Cuál es la caracterización, curso y desarrollo de la homosexualidad según el psicoanálisis?

Primeramente, cabe destacar la división que Freud hace para los invertidos u homosexuales, la primera es la inversion en absoluto, en segundo plano esta la ocasional y en tercera mención se encuentran los anfígenos, el interés de este ensayo esta focalizado en el homosexual absoluto, ya que en este se puede destacar un  inicio y desarrollo mientras que en el inverso ocasional es usualmente una experiencia temporal con el mismo sexo coloquialmente conocido como “una canita al aire”, este por su misma naturaleza in identificada es mas difícil extraer y puntualizar la consecución exacta o aproximada del desarrollo de esta diferencia en su elección sexual; siendo el anfígeno un “abstracto sexuado” en el cual no se encuentra figura ni fondo y le es inclusive e indiferenciado el contraer sexo con objeto que se le presente, me es de igual o mayor dificultad dar explicación coherente y satisfactoria a este campo fenomenológico. Como es de conocimiento entre los conocedores de psicoanálisis, el humano experimenta un proceso de desarrollo psicosexual en el cual se rige todo pensamiento y proceder adulto, este desarrollo basado en zonas erógenas, pulsiones, objetos libidinales catextizados, fijaciones, etc. da inicio en la etapa oral en la cual el individuo inicia su incursión en cuanto al contacto humano, este periodo es señalado en los primeros años de vida del sujeto y en donde su primer contacto social es la madre y el padre. Ya superada esta etapa prosigue la etapa anal que en la cual se lleva acabo el primer intercambio entre el humano pequeño y su reducida sociedad, este intercambio lo realiza nada mas y nada menos que con sus eses fecales y es el material con el cual inicia interacciones sociales de intercambio, castigo y gratificación. Es en esa etapa donde posiblemente exista una fijación de connotación positiva en la cual se hiper-erogeniza el ano que posteriormente pasara a ser un donador catártico para la cotidianidad del individuo invertido y será el destino pulsionar al igual que la meta mientras que el objeto será el individuo del mismo sexo. La tercera etapa también juega un gran papel en el desarrollo de la homosexualidad, esta etapa se le llama fálica es en la cual el individuo pasa su interés sexual y zona erogenizada hacia si mismo y su genital, es en esta etapa en donde surge el paso a la identificación sexual y la elección de su objeto sexual, este proceso se lleva a cabo mediante un suceso que marca de por vida al individuo llamado complejo de Edipo, un suceso ideal ejemplificado podría ser el hecho de un pequeño que entra en la etapa es exhaustivamente vinculado libidinalmente con la madre, pero el padre puesto como el único destructor de planes entre el hijo y su madre genera en su hijo una sensación de rechazo y frustración, hasta que genera analíticamente hablando un miedo a la castración por parte del padre y “si no puedes contra el únetele”, es cuando se resuelve el complejo adípico con la identificación del varoncito hacia el padre y retomar a la madre como un vinculo libidinal pero ahora no es destino de su pulsion sexual; en el invertido este periodo de castración es autómata y en ocasiones inexistente y la identificación no es directa con el padre si no que es un periodo corto pero intenso de identificación con la madre debido posiblemente a un padre con poca presencia, madre sobre protectora, padre ausente, etc.
Es qui tambien donde surgen gran parte de las fantasías sexuales infantiles de todo tipo entre estas se pueden destacar las que delimitan el desarrollo de la inversion, como ejemplo se puede destacar que cuando un varoncito ve los genitales femeninos fantasea que la falta del pene es debido a una castración lo cual genera angustia y preocupación en el infante con respecto a su propio organo genital, otra fantasía infantil ayudada por los adultos que dicta el camino a la homosexualidad podria ser el hecho de que el varoncito se autoerotice y un adulto al verlo exclama si sigues tocandote ahí va a venir el viejo del machete a cortártelo, esto mas que una simple idea burda y tonta para el infante es información para introyectar en la cual hay un mensaje explicito de que su órgano y el uso del mismo para generar placer es incorrecto e inadecuado. En seguida viene una etapa de reseción de zonas erógenas llamado latencia, es aquí en donde el individuo dirige toda su carga libidinal y destinos pulsionares hacia el contacto social y vinculación abstracta entre sus pares es aquí en donde un individuo relativamente “normal” interactúa directamente con individuos de su mismo sexo y se genera el refuerzo de la identificación ya dada en el complejo edipico, en relación de los invertidos es aquí donde refuerza gran parte de la identificación con el sexo contrario y es en esta etapa donde surge la copia de patrones en el individuo invertido o no.
Ya en la etapa genital, estando erogenizado y fijado positivamente el ano, con incapacidad de identificación con su mismo sexo, un complejo de Edipo no resuelto y aunado a que el mismo medio contribuyo a generar fantasías que direccionan la conducta de un sujeto, es cuando este cúmulo de experiencias toma figura y fondo, conmcluyendo la aceptación de si mismo en el invertido es aquí donde toma su objeto sexual que es sujetos del mismo sexo y meta sexual que es la penetración anal, por ejemplo. 

 Fco. Lopéz